Invertimos mucho dinero en nuestra crema facial favorita, que suele contar con ingredientes y activos cada vez más glamurosos y sofisticados: polvo de diamantes, oro, caviar, etc. Pero…¿sabéis qué? Si no llevamos a cabo el paso básico, por mucho dinero que cuesten esas cremas y por muchos principios activos que contengan, ninguno de esos activos penetrará en nuestra piel. Me explico, las consecuencias causadas por la falta de desmaquillado o limpieza facial son las siguientes:
Poros obstruidos y dilatados, dando lugar a puntos negros, espinillas y granos.
Envejecimiento prematuro, la textura de la piel se vuelve seca, las arrugas se pronuncian más y se pierde la luminosidad dado que no dejamos que respiren y regeneren las células.
Se anulan los efectos de los tratamientos, precisamente porque se forma una película en la piel (restos de maquillaje, secreciones sebáceas y polución) que impide su absorción favoreciendo la aparición de impurezas.
Se presentan problemas dermatológicos, irritaciones, eczemas, etc.
En resumen, la higiene facial es el primer paso para lucir una preciosa piel y sin ella, nunca será posible lucir el cutis radiante, joven y atractivo que anhelamos.
Conseguir crear y mantener un ritual de limpieza y desmaquillado es crucial para el cuidado facial.
Todavía son muchas las mujeres que se empeñan en restarle importancia y desconocen la efectividad, más allá del propio lavado, de un buen tónico o un buen desmaquillador. Son productos que eliminan cualquier rastro de sudor y maquillaje.
Si no logramos crear una rutina, por mucho que nos apliquemos distintos tratamientos, sérums, boosters, cremas, etc, nuestra piel siempre tendrá un aspecto apagado y podemos presentar problemas cutáneos, tales como poros obstruidos, flacidez y envejecimiento prematuro.
¿Con qué frecuencia se debe usar estos productos?
Lo mejor, sería usar limpiadores específicos dos veces al día: por la mañana, iniciaremos el día con este ritual matinal que sólo te llevará 3 minutos, la crema 2 MASQUE SOUPLE CREAMY SOFT MASK de MARIA GALLAND, enriquecido con arcillas naturales que absorben y eliminan las impurezas cutáneas; con extracto de hiedra, que afina el poro y unifica el tono de la piel y desinflama la hinchazón matinal de las bolsas de los ojos, toda vez que blanquea la zona de las ojeras. Por la noche: la leche desmaquillante 1050 de Maria Galland y el tónico 1060 de Maria Galland.
Además de estos gestos diarios de limpieza, sería deseable completar la higiene facial con exfoliantes y mascarillas semanales para eliminar así las células muertas que se acumulan en la piel, como por ejemplo utilizar el exfoliante 66 de MARIA GALLAND de una a tres veces por semana.
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